Hacerse responsable para ser libre.
Me hago responsable de lo que pienso, hago, aporto y transmito. Al asumir la responsabilidad, te empoderas para tomar el control de tu vida y trabajar hacia tus metas de una manera más consciente, tienes la capacidad de tomar decisiones que te impulsen hacia un crecimiento positivo y un mayor bienestar. Asumir la responsabilidad implica comprender que tus acciones y palabras tienen un impacto.
La gentileza es contagiosa
La gentileza para crear relaciones positivas y satisfactorias, para crear entornos armoniosos y colaborativos. Hablar y vivir con gentileza crea un ambiente positivo y acogedor en el que las personas se sienten más cómodas expresándose. Facilita una comunicación abierta y honesta, contribuye a construir confianza. La comunicación gentil implica escuchar de manera activa y expresar tus pensamientos de manera clara y respetuosa.
Ambiente alegre donde aprender
Hablar con un toque de humor permite transmitir enseñanzas de forma más accesible, memorable y agradable. El humor puede hacer que la información sea más digerible y permite a las personas identificarse desde la sonrisa y quitarse la máscara. Un ambiente alegre donde aprender y poner en marcha los cambios para llegar a objetivos comunes.
Imperfecciónes y humildad
Mi vulnerabilidad me permite vivir una vida más auténtica. La imperfección nos recuerda nuestra humanidad y nos enseña la importancia de la humildad. Reconocer nuestras imperfecciones nos ayuda a mantenernos humildes, a aprender de nuestros errores y a crecer como individuos. La humildad nos permite aceptar nuestras limitaciones y reconocer que siempre hay espacio para mejorar.